antes de que se fuera a su casa, y todo acabara en serio... en serio que sabía que por la mañana quedaría sabor con bajón.. por eso antes de esto, le hice prometer que escribiría un libro (como el el que encontramos en una librería hispánica sobre el viaje de Leen y Bukowski en Alemania)
porque fue igual o mejor que las historias que se escriben y yo no sé escribirlas y él sí y ya me suena a que no lo estoy contando bien, pero se necetita contar.
porque fue igual o mejor que las historias que se escriben y yo no sé escribirlas y él sí y ya me suena a que no lo estoy contando bien, pero se necetita contar.
"yo lo coloco" sonaba por mi boca de vez en cuando y supongo que por pesada me tocó tragar con michi panero y así no echamos en falta el mp3. olvidaba lo poco que se necesitan las cosas. olvidé también lo que recuerdo cada vez que salto la frontera de madrid y me surgen todas las sensaciones que la monotonía te esconde (por muy malasaña, por muchas sonrisas que amontone). recordé entonces que adoro viajar y descubrir y que eso tiene una doble cara con peligros y "artechos de menos"... y que esto tiene que ser de vez en cuando o el miedo que comentábamos se hará realidad:
NOS VOLVEREMOS LOCOS y no nos aceptará la sociedad.
y yo le dije que sobre todo y por ninguna otra razón, los padres.
me voy pero regreso, por mis padres